Un rey millenial en un mundo de robots

Perfiles Random
5 min readSep 8, 2020

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Un fantasma recorre los sitios de ajedrez de internet: oculto bajo nicks ridículos (DrDrunkenstein, DamnSaltyThatSport, DannyTheDonkey), Magnus Carlsen, quizás el mejor jugador de ajedrez de la historia, participa de los torneos online, y no solo los gana sino que trollea a sus rivales. El método de Carlsen para humillar a sus oponentes es siempre el mismo y bordea el sadismo. Hace movimientos ridículos, regala piezas y confianza a sus rivales, que se lanzan al ataque, pensando que tienen enfrente a un novato absoluto. Cuando su oponente piensa que ya tiene el partido ganado, Carlsen muestra su verdadera identidad y lo destruye en pocas jugadas, sin darle tiempo a reaccionar. Como si esto fuera poco, transmite estos trolleos por Twitch, mientras toma cerveza con sus amigos y canta canciones de Dr Dre.

Este hobby llevó a que muchos comentaristas del universo del ajedrez (que es tan conservador como uno se puede imaginar) lo comparen con Mozart: un genio extremadamente dotado, que malgasta su talento en bromas de mal gusto.

Hay veces que el ajedrez sirve para entender una época histórica específica. El estilo clásico de José Raúl Capablanca y su personaje público de dandy coincide con la época dorada de Hollywood de principios del siglo XX. La rivalidad entre Bobby Fischer y Boris Spassky reflejó la Guerra Fría y la lucha entre Estados Unidos y la Unión Soviética por quién tenía los mejores cerebros. El reinado de Magnus Carlsen (noruego, 30 años) en el ajedrez va a estar vinculado directamente con la irrupción y la superioridad de la inteligencia artificial sobre el ser humano.

Aunque las primeras victorias de una computadora sobre un humano en el ajedrez se remontan a la década de los 50’, no fue hasta 1997 que la computadora demostró su superioridad absoluta. Fue en el encuentro entre Deep Blue, un software de IBM, y Garry Kasparov, considerado el mejor jugador de ajedrez del mundo en ese momento. Si en esa época la victoria del software produjo una conmoción mundial, hoy en día no sorprende: cualquier smartphone barato tiene la capacidad analítica para vencer a los mejores jugadores de ajedrez de la historia.

Mientras pasaba esto, Carlsen tenía 7 años, y ya era un niño prodigio que empezaba a ganar todos los torneos de su país. Pocos años después, a los 13, ya era Gran Maestro. El currículum de Carlsen es el de un ganador absoluto: tiene récord histórico de puntuación ELO (algo así como el libra por libra de los boxeadores), récord histórico de triunfos seguidos (120), y la persona más joven en convertirse en campeón mundial, a los 23 años.

¿Qué pasa cuando alguien reina en un deporte dominado por las máquinas? Adoptar la lógica práctica de cualquier derrotado: incorporarlas en el juego. Carlsen, un nativo digital, incluye softwares de inteligencia artificial en su entrenamiento. De hecho, él mismo admite que su manera de jugar cambió a partir de estudiar el juego de Alphazero, una inteligencia artificial de Google que aprendió a jugar al ajedrez desde cero, y que al día de hoy es considerado el mejor jugador no humano del mundo. Paradójicamente, a partir del contacto con la inteligencia artificial, el juego de Carlsen incorporó una capacidad absolutamente humana: la intuición.

Si en sus comienzos su juego era hipertécnico y con pocas novedades, en los últimos años pasó a ser un ajedrez más vistoso, que no tiene miedo de los sacrificios de piezas para alcanzar la victoria. El año pasado fue el mejor de la carrera de Carlsen, con un ajedrez extremadamente efectivo, pero también fresco y seguro de sí mismo, como un genio que se asombra de sus propias capacidades. Al principio de su carrera, Carlsen era experto en la apertura y el final: los momentos técnicos del partido. A partir del contacto con Alphazero, perfeccionó el medio juego, cuando los jugadores ya desplegaron sus piezas y empieza el conflicto, la adrenalina ajedrecística, el golpe y el contragolpe.

Para entender la potencia de Carlsen es muy recomendable verlo jugar bullet chess, una variante del ajedrez extremadamente rápida, donde los jugadores tienen uno o dos minutos máximo de partida. Es la variante más física del ajedrez: los jugadores mueven la pieza y detienen el reloj en un mismo movimiento, porque cada segundo cuenta. En esta modalidad se puede visualizar de forma muy gráfica la superioridad de Carlsen, que hace todos los movimientos a una velocidad sobrehumana, y va avanzando sobre las piezas del rival. A medida que avanzan los segundos, esos movimientos rápidos, que parecían instintivos, empiezan a adquirir una lógica aplastante.

En 2011, cuando Carlsen comenzaba a ubicarse entre los mejores del mundo, los medios hablaban de él como el Justin Bieber del ajedrez, entre otras cosas por su parecido físico. Pero si hoy Justin parece un integrante de Jackass estilizado, Carlsen creció para convertirse en una mezcla de boxeador y gángster de los 50’. Tiene una nariz pequeña y el entrecejo casi siempre fruncido. Es fácil imaginarlo con un traje a rayas y un fedora ladeado, abrazando una ametralladora. Tiene una belleza clásica, que se sostiene en el elegante traje que usa cuando compite, cumpliendo las estrictas normas de etiqueta de los torneos internacionales de ajedrez. Una belleza que se completa cuando se lo ve jugar, con aire distraído, empujando a sus rivales en el tablero. Uno de sus puntos fuertes es su estado físico y mental, que le permiten jugar cuatro o cinco horas seguidas, sin perder esa compostura nórdica que lo caracteriza.

En los foros de ajedrez hay una grieta sobre quién es el mejor ajedrecista de la historia. Algunos dicen que Carlsen, otros dicen que Garry Kaspárov, que fue campeón absoluto durante veinte años: del 86 al 2005, cuando se retiró. Nadie superó esa marca: Carlsen aún tiene que mantenerse campeón 13 años más para alcanzarlo. Carlsen y Kaspárov jugaron solo una vez en 2004, cuando el noruego tenía 13 años y el ruso 41. Ganó Kaspárov, y unos años después, luego de retirarse trabajó un par de años como asesor del noruego.

Por eso se entiende que estos sean días de nerviosismo en los foros online de ajedrez. En pocos días va a pasar algo histórico: después de 16 años, Carlsen se va a volver a enfrentar a Garry Kaspárov. Los dos campeones considerados los mejores de la historia van a volver a competir en un torneo de campeones en el club estadounidense Saint Louis, del 11 al 13 de septiembre. Para que se entienda, es como si Muhammad Ali reviviera y se enfrentara a Floyd Mayweather. O como si Kendrick Lamar y 2Pac se encontraran en el estudio. Ganarle a Kaspárov es un paso simbólico pero obligatorio para que este millenial que trollea a gente en sitios de ajedrez online se convierta en el mejor ajedrecista de la historia.

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